Bebés: Los gases ,prevención, masajes y Factor AG

Los bebés sufren gases en sus primeros meses de vida.
Para ninguna mamá es fácil ver a su hijo llorando o sufriendo por el dolor que les causa en su pancita, y es así como surgen técnicas para aliviaros de manera instintiva, y remedios para cuando esto no es suficiente.

Pero primero hablemos de prevención.

Para que nuestro bebé no acumule gases necesitamos que no trague aire cuando toma la leche. Para eso, debemos asegurarnos de que tanto nuestro bebé como nosotras estemos tranquilos a la hora de amamantar, tratemos de que no tome muy rápido y no lo obliguemos a seguir tomando cuando ya no quiere.
Si toma mamadera, es importante ponerla en posición vertical, para que no haya posibilidad de que succione aire. Además, el agujero de la tetina no debe ser ni muy grande –que hará que se atragante-, ni muy pequeño –que lo obliga a hacer fuerza para succionar.
Después, necesitamos que eructe. La posición más efectiva va a depender del bebé, pero siempre ayuda inclinarlo hacia adelante y darle suaves palmaditas en la espalda.

Soluciones para aliviar los gases del bebé

Aun con todo esto, y como dijimos al comenzar, todos los bebé sufren los gases. Hacerle masajes en la pancita puede aliviarlos bastante: caricias en el sentido de las agujas del reloj, o sostenerlo y mecerlo boca abajo con una de nuestras manos sobre su pancita para darle calor. No hay mucho más que podamos hacer, así que cuando los dolores se hacen frecuentes o muy intensos, necesitamos consultar al pediatra para que nos oriente. En estas situaciones, los médicos suelen recomendar Factor AG Antiácido Pediátrico: unas gotas que podemos administrarle a nuestro bebé, según su peso.
Factor “AG” es por Anti Gas y, como su nombre lo indica, es un antiflatulento. Tiene como principal activo a la simeticona, que reduce la tensión superficial de las burbujas aéreas en el tubo digestivo facilitando que se dispersen, hasta que se eliminan. Así se alivian los síntomas del exceso de gas en el tracto gastrointestinal del bebé. No tiene contraindicaciones y es por eso que se puede recomendar.
Sin embargo, sólo pueden tomarlo los bebés de más de 4 semanas de edad cuando y si lo recomienda el pediatra. Tampoco es recomendable usarlo muy a menudo –algunas mamás sienten que el organismo del bebé se “acostumbra” a la ingesta y deja de tener efecto. En cualquier caso y como todo medicamento, especialmente cuando hablamos de nuestros hijos, no debemos administrarlo sin la instrucción médica.