jueves, 19 de mayo de 2011

La Quiropráctica y las Embarazadas

Las técnicas empleadas y el hecho de prescindir medicación hace
la quiropráctica segura tanto para la madre como para el feto.
Las lumbalgias o ciáticas, tan comunes en este período, provocadas en gran medida por los mencionados cambios de gravedad, aumento de peso, de posicionamiento y flexión vertebral, suponen molestias en la actividad diaria, así como la pesadez de las piernas y el mal estar general gastrointestinal.
Una disfunción en la zona lumbar y/o pélvica, puede crear tensión en los ligamentos pélvicos que sostienen el útero y consecuentemente influir en un mal posicionamiento del bebé en el parto, dificultando un parto natural.
El cuidado quiropráctico regular y preventivo durante el embarazo permite a su cuerpo optimizar sus recursos y prepararlo mejor para el parto.
Ajustando la columna vertebral de la embarazada, se reducen las subluxaciones vertebrales (desplazamientos de las vértebras) que alteran la función de los nervios, permitiendo así la autorregulación del organismo para que la mujer pueda continuar activa al máximo durante el embarazo.Embarazo y Quiropráctica
Después del parto, muchas mujeres manifiestan dolores en la columna. La quiropráctica podrá ayudarla a asegurarse de que las articulaciones y los ligamentos estirados y débiles puedan volver a su lugar. Los cuidados quiroprácticos también pueden tratar los dolores provocados por algunas jaquecas, problemas en los hombros y malestares en los músculos y en los nervios causados por los cambios sufridos en su cuerpo.

jueves, 19 de mayo de 2011

La Quiropráctica y las Embarazadas

Las técnicas empleadas y el hecho de prescindir medicación hace
la quiropráctica segura tanto para la madre como para el feto.
Las lumbalgias o ciáticas, tan comunes en este período, provocadas en gran medida por los mencionados cambios de gravedad, aumento de peso, de posicionamiento y flexión vertebral, suponen molestias en la actividad diaria, así como la pesadez de las piernas y el mal estar general gastrointestinal.
Una disfunción en la zona lumbar y/o pélvica, puede crear tensión en los ligamentos pélvicos que sostienen el útero y consecuentemente influir en un mal posicionamiento del bebé en el parto, dificultando un parto natural.
El cuidado quiropráctico regular y preventivo durante el embarazo permite a su cuerpo optimizar sus recursos y prepararlo mejor para el parto.
Ajustando la columna vertebral de la embarazada, se reducen las subluxaciones vertebrales (desplazamientos de las vértebras) que alteran la función de los nervios, permitiendo así la autorregulación del organismo para que la mujer pueda continuar activa al máximo durante el embarazo.Embarazo y Quiropráctica
Después del parto, muchas mujeres manifiestan dolores en la columna. La quiropráctica podrá ayudarla a asegurarse de que las articulaciones y los ligamentos estirados y débiles puedan volver a su lugar. Los cuidados quiroprácticos también pueden tratar los dolores provocados por algunas jaquecas, problemas en los hombros y malestares en los músculos y en los nervios causados por los cambios sufridos en su cuerpo.