La alimentación en una madre que durante
 toda su vida se ha alimentado bien, tiene poco efecto a menos que sea 
muy diferente durante el embarazo y la lactancia, gracias a las reservas
 que tendrá su cuerpo. No así, para una madre mal nutrida, que durante 
su embarazo la buena alimentación será crucial para un desarrollo 
saludable del mismo.
Hay estudios que recalcan que el estado 
nutricional de la madre es vital para que el bebé tenga mejor salud, los
 trabajos de parto sean más cortos y tenga menos complicaciones.
La
 desnutrición materna puede restringir el crecimiento sano del bebé 
reduciendo el número y tamaño de sus células, incluyendo las de su 
cerebro. Por lo tanto una madre embarazada debe incrementar su ingesta 
de alimentos en una forma adecuada.
Estas necesidades de 
incrementar su alimentación son aún mayores conforme el embarazo se 
acerca al término. Una mujer embarazada o lactante debe tener por lo 
menos tres comidas balanceadas y dos tentempiés al día. Para lograr una 
buena nutrición nos basaremos en la definición de los grupos de 
alimentos que a continuación se enlistan:
Carbohidratos
Son
 nuestra principal fuente de energía para todas las funciones del cuerpo
 y contracciones musculares (trabajo muscular). También ayudan a la 
regulación del metabolismo de las proteínas y las grasas.
Los 
carbohidratos simples, como el azúcar y la miel, pueden causar que el 
nivel de azúcar en sangre suba, para después caer rápidamente y enviar 
la señal al cuerpo de la necesidad de consumir más alimentos.
Cuando
 este tipo de alimento es consumido sin ser acompañado de otros, te 
pueden hacer sentir fatigada, nerviosa, mareada, ansiosa o con dolores 
de cabeza.
Son preferibles los carbohidratos complejos, ya que 
contienen vitaminas y minerales. Estos toman más tiempo en ser digeridos
 y no estimulan la necesidad de más alimento. Los carbohidratos 
complejos están en alimentos como cereales arroz y pan integral.
Grasas
Son
 la fuente de energía mas concentrada en la dieta, actúan como almacén 
de las vitaminas liposolubles (vitamina A, D, E y K). Las grasas 
prolongan el proceso de la digestión retardando el tiempo de vaciado del
 estómago, haciéndonos sentir satisfechas por más tiempo.
Las 
grasas saturadas se encuentran principalmente en alimentos provenientes 
de animales, como huevo, carne, mantequilla y leche. Las grasas no 
saturadas se encuentran en alimentos como vegetales, nueces y semillas. 
Una dieta saludable debe contener mucha más cantidad de grasas no 
saturadas que de grasas saturadas.
Proteínas
Muchas partes
 del cuerpo están hechas de proteínas como músculos, tejidos y hormonas.
 Son la principal fuente de material para formar nuestros órganos 
internos así como de los músculos, sangre, piel, cabello y uñas. Las 
proteínas se necesitan para la formación de hormonas que controlan el 
desarrollo sexual y la formación de la leche durante la lactancia.
Los
 alimentos se pueden combinar para formar alimentos completos. Un 
ejemplo: una mujer necesita entre 45 y 50 g de proteína diariamente, 
dependiendo de su peso y actividad; sin embargo, esa misma mujer 
necesita 60 grs. durante el embarazo y 66 grs. durante la lactancia.
Alimentos
 económicos que son buenas fuentes de proteínas: frijoles, hígado de res
 (no tan recomendable por ser el “filtro” del organismo del animal), 
huevos, pollo, leche entera, pavo, cacahuates, puerco, atún, carne de 
res, cualquier queso, garbanzo y lentejas. Si se combinan con vegetales 
forman un alimento más completo.
Vitaminas
Son 
indispensables para la regulación de las funciones diarias del cuerpo. 
Generalmente el cuerpo no las puede elaborar, de ahí la importancia de 
consumirlas.
Las vitaminas liposolubles A, D, E y K, son 
almacenadas en los tejidos grasos de nuestro cuerpo. Las vitaminas 
hidrosolubles son las B y la C, no se almacenan en el cuerpo y deben 
ingerirse diariamente.
El ácido fólico es especialmente 
importante en la madre embarazada, se puede obtener de vegetales de 
hojas verdes y granos enteros.
Alimentos con alto contenido de ácido fólico (mg) en 100 grs. de alimento
Hígado de pollo - 738 mg
Hígado de res - 248 mg
Berros - 200 mg
Lechuga Romana - 136 mg
Perejil - 183 mg
Espinacas - 140 mg
Almendras - 96 mg
Acelga - 90 mg
Quelite - 85 mg
Coliflor - 77 mg
Brócoli - 71 mg
Aguacate - 62 mg
Pan Integral - 39 mg
Durante
 la lactancia, es recomendable incrementar la ingesta de vitaminas 
hidrosolubles, ya que los niveles de éstas en la leche materna, pueden 
verse afectadas por la ingesta de la madre. Los productos elaborados con
 granos enteros contienen más vitamina E, B6, ácido fólico, fósforo, 
magnesio y zinc que los productos refinados.
Minerales
Estos
 mantienen los procesos psicológicos, fortalecen las estructuras del 
esqueleto, y dan vigor al corazón, cerebro, músculos y sistema nervioso.
 También son importantes para la producción de hormonas y ayudan a 
mantener el delicado balance de líquidos que es esencial para nuestro 
correcto funcionamiento mental y físico.
sábado, 6 de agosto de 2011
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sábado, 6 de agosto de 2011
Que debe comer la mamá lactante?
La alimentación en una madre que durante
 toda su vida se ha alimentado bien, tiene poco efecto a menos que sea 
muy diferente durante el embarazo y la lactancia, gracias a las reservas
 que tendrá su cuerpo. No así, para una madre mal nutrida, que durante 
su embarazo la buena alimentación será crucial para un desarrollo 
saludable del mismo.
Hay estudios que recalcan que el estado nutricional de la madre es vital para que el bebé tenga mejor salud, los trabajos de parto sean más cortos y tenga menos complicaciones.
La desnutrición materna puede restringir el crecimiento sano del bebé reduciendo el número y tamaño de sus células, incluyendo las de su cerebro. Por lo tanto una madre embarazada debe incrementar su ingesta de alimentos en una forma adecuada.
Estas necesidades de incrementar su alimentación son aún mayores conforme el embarazo se acerca al término. Una mujer embarazada o lactante debe tener por lo menos tres comidas balanceadas y dos tentempiés al día. Para lograr una buena nutrición nos basaremos en la definición de los grupos de alimentos que a continuación se enlistan:
Carbohidratos
Son nuestra principal fuente de energía para todas las funciones del cuerpo y contracciones musculares (trabajo muscular). También ayudan a la regulación del metabolismo de las proteínas y las grasas.
Los carbohidratos simples, como el azúcar y la miel, pueden causar que el nivel de azúcar en sangre suba, para después caer rápidamente y enviar la señal al cuerpo de la necesidad de consumir más alimentos.
Cuando este tipo de alimento es consumido sin ser acompañado de otros, te pueden hacer sentir fatigada, nerviosa, mareada, ansiosa o con dolores de cabeza.
Son preferibles los carbohidratos complejos, ya que contienen vitaminas y minerales. Estos toman más tiempo en ser digeridos y no estimulan la necesidad de más alimento. Los carbohidratos complejos están en alimentos como cereales arroz y pan integral.
Grasas
Son la fuente de energía mas concentrada en la dieta, actúan como almacén de las vitaminas liposolubles (vitamina A, D, E y K). Las grasas prolongan el proceso de la digestión retardando el tiempo de vaciado del estómago, haciéndonos sentir satisfechas por más tiempo.
Las grasas saturadas se encuentran principalmente en alimentos provenientes de animales, como huevo, carne, mantequilla y leche. Las grasas no saturadas se encuentran en alimentos como vegetales, nueces y semillas. Una dieta saludable debe contener mucha más cantidad de grasas no saturadas que de grasas saturadas.
Proteínas
Muchas partes del cuerpo están hechas de proteínas como músculos, tejidos y hormonas. Son la principal fuente de material para formar nuestros órganos internos así como de los músculos, sangre, piel, cabello y uñas. Las proteínas se necesitan para la formación de hormonas que controlan el desarrollo sexual y la formación de la leche durante la lactancia.
Los alimentos se pueden combinar para formar alimentos completos. Un ejemplo: una mujer necesita entre 45 y 50 g de proteína diariamente, dependiendo de su peso y actividad; sin embargo, esa misma mujer necesita 60 grs. durante el embarazo y 66 grs. durante la lactancia.
Alimentos económicos que son buenas fuentes de proteínas: frijoles, hígado de res (no tan recomendable por ser el “filtro” del organismo del animal), huevos, pollo, leche entera, pavo, cacahuates, puerco, atún, carne de res, cualquier queso, garbanzo y lentejas. Si se combinan con vegetales forman un alimento más completo.
Vitaminas
Son indispensables para la regulación de las funciones diarias del cuerpo. Generalmente el cuerpo no las puede elaborar, de ahí la importancia de consumirlas.
Las vitaminas liposolubles A, D, E y K, son almacenadas en los tejidos grasos de nuestro cuerpo. Las vitaminas hidrosolubles son las B y la C, no se almacenan en el cuerpo y deben ingerirse diariamente.
El ácido fólico es especialmente importante en la madre embarazada, se puede obtener de vegetales de hojas verdes y granos enteros.
Alimentos con alto contenido de ácido fólico (mg) en 100 grs. de alimento
Hígado de pollo - 738 mg
Hígado de res - 248 mg
Berros - 200 mg
Lechuga Romana - 136 mg
Perejil - 183 mg
Espinacas - 140 mg
Almendras - 96 mg
Acelga - 90 mg
Quelite - 85 mg
Coliflor - 77 mg
Brócoli - 71 mg
Aguacate - 62 mg
Pan Integral - 39 mg
Durante la lactancia, es recomendable incrementar la ingesta de vitaminas hidrosolubles, ya que los niveles de éstas en la leche materna, pueden verse afectadas por la ingesta de la madre. Los productos elaborados con granos enteros contienen más vitamina E, B6, ácido fólico, fósforo, magnesio y zinc que los productos refinados.
Minerales
Estos mantienen los procesos psicológicos, fortalecen las estructuras del esqueleto, y dan vigor al corazón, cerebro, músculos y sistema nervioso. También son importantes para la producción de hormonas y ayudan a mantener el delicado balance de líquidos que es esencial para nuestro correcto funcionamiento mental y físico.
Hay estudios que recalcan que el estado nutricional de la madre es vital para que el bebé tenga mejor salud, los trabajos de parto sean más cortos y tenga menos complicaciones.
La desnutrición materna puede restringir el crecimiento sano del bebé reduciendo el número y tamaño de sus células, incluyendo las de su cerebro. Por lo tanto una madre embarazada debe incrementar su ingesta de alimentos en una forma adecuada.
Estas necesidades de incrementar su alimentación son aún mayores conforme el embarazo se acerca al término. Una mujer embarazada o lactante debe tener por lo menos tres comidas balanceadas y dos tentempiés al día. Para lograr una buena nutrición nos basaremos en la definición de los grupos de alimentos que a continuación se enlistan:
Carbohidratos
Son nuestra principal fuente de energía para todas las funciones del cuerpo y contracciones musculares (trabajo muscular). También ayudan a la regulación del metabolismo de las proteínas y las grasas.
Los carbohidratos simples, como el azúcar y la miel, pueden causar que el nivel de azúcar en sangre suba, para después caer rápidamente y enviar la señal al cuerpo de la necesidad de consumir más alimentos.
Cuando este tipo de alimento es consumido sin ser acompañado de otros, te pueden hacer sentir fatigada, nerviosa, mareada, ansiosa o con dolores de cabeza.
Son preferibles los carbohidratos complejos, ya que contienen vitaminas y minerales. Estos toman más tiempo en ser digeridos y no estimulan la necesidad de más alimento. Los carbohidratos complejos están en alimentos como cereales arroz y pan integral.
Grasas
Son la fuente de energía mas concentrada en la dieta, actúan como almacén de las vitaminas liposolubles (vitamina A, D, E y K). Las grasas prolongan el proceso de la digestión retardando el tiempo de vaciado del estómago, haciéndonos sentir satisfechas por más tiempo.
Las grasas saturadas se encuentran principalmente en alimentos provenientes de animales, como huevo, carne, mantequilla y leche. Las grasas no saturadas se encuentran en alimentos como vegetales, nueces y semillas. Una dieta saludable debe contener mucha más cantidad de grasas no saturadas que de grasas saturadas.
Proteínas
Muchas partes del cuerpo están hechas de proteínas como músculos, tejidos y hormonas. Son la principal fuente de material para formar nuestros órganos internos así como de los músculos, sangre, piel, cabello y uñas. Las proteínas se necesitan para la formación de hormonas que controlan el desarrollo sexual y la formación de la leche durante la lactancia.
Los alimentos se pueden combinar para formar alimentos completos. Un ejemplo: una mujer necesita entre 45 y 50 g de proteína diariamente, dependiendo de su peso y actividad; sin embargo, esa misma mujer necesita 60 grs. durante el embarazo y 66 grs. durante la lactancia.
Alimentos económicos que son buenas fuentes de proteínas: frijoles, hígado de res (no tan recomendable por ser el “filtro” del organismo del animal), huevos, pollo, leche entera, pavo, cacahuates, puerco, atún, carne de res, cualquier queso, garbanzo y lentejas. Si se combinan con vegetales forman un alimento más completo.
Vitaminas
Son indispensables para la regulación de las funciones diarias del cuerpo. Generalmente el cuerpo no las puede elaborar, de ahí la importancia de consumirlas.
Las vitaminas liposolubles A, D, E y K, son almacenadas en los tejidos grasos de nuestro cuerpo. Las vitaminas hidrosolubles son las B y la C, no se almacenan en el cuerpo y deben ingerirse diariamente.
El ácido fólico es especialmente importante en la madre embarazada, se puede obtener de vegetales de hojas verdes y granos enteros.
Alimentos con alto contenido de ácido fólico (mg) en 100 grs. de alimento
Hígado de pollo - 738 mg
Hígado de res - 248 mg
Berros - 200 mg
Lechuga Romana - 136 mg
Perejil - 183 mg
Espinacas - 140 mg
Almendras - 96 mg
Acelga - 90 mg
Quelite - 85 mg
Coliflor - 77 mg
Brócoli - 71 mg
Aguacate - 62 mg
Pan Integral - 39 mg
Durante la lactancia, es recomendable incrementar la ingesta de vitaminas hidrosolubles, ya que los niveles de éstas en la leche materna, pueden verse afectadas por la ingesta de la madre. Los productos elaborados con granos enteros contienen más vitamina E, B6, ácido fólico, fósforo, magnesio y zinc que los productos refinados.
Minerales
Estos mantienen los procesos psicológicos, fortalecen las estructuras del esqueleto, y dan vigor al corazón, cerebro, músculos y sistema nervioso. También son importantes para la producción de hormonas y ayudan a mantener el delicado balance de líquidos que es esencial para nuestro correcto funcionamiento mental y físico.
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