martes, 23 de agosto de 2011

Cuando llegan antes de tiempo,

Cómo disminuir el riesgo de un parto prematuro
La fecha probable de parto es posible de establecer desde el inicio mismo del embarazo. Para las futuras mamás, funciona como una meta y a la vez como la puerta de ingreso a una de las experiencias más importante –sino la más– de sus vidas.

Pero, ¿qué pasa cuando ese día marcado en el calendario se anticipa? El parto prematuro y su consecuencia más directa, el recién nacido antes de término, es una experiencia que enfrentan entre el 8 y 10% de las mujeres que se convierten en mamás cada año en nuestro país, donde ocurren alrededor de 700 mil nacimientos anuales.

"Prematuro significa que el bebé ha nacido con menos de 37 semanas de gestación" – explica a Experiencia Mamá la doctora Carmen Vecchiarelli, médica pediatra especialista en Neonatología, Jefa de la Unidad de Terapia Intensiva Neonatal del Sanatorio Otamendi. El tiempo de gestación y el peso que el bebé va adquiriendo dentro del útero están en una estrecha relación. Puede ocurrir que nazca antes de tiempo pero con un peso adecuado a su edad gestacional, es decir, llega antes pero se ha desarrollado y crecido dentro de la panza según lo previsto. Pero también puede pasar que el prematuro, además, sea de bajo peso según la edad gestacional: se anticipó pero además no creció en el útero todo lo que debería haber crecido para ese tiempo de embarazo. Esta última combinación -prematuro de bajo peso- es la que plantea mayores desafíos en la atención.
"El control del embarazo disminuye las posibilidades de riesgos, entre éstos, de un parto antes de tiempo o de un retardo del crecimiento fetal –explica la especialista-. Normalmente, las embarazadas que tienen un seguimiento apropiado ven a su obstetra, tienen controles, entrevistas prenatales, cursos preparto. Pero aun así es posible que se presenten complicaciones quizás inesperadas que anticipen la fecha del parto."

Factores que incrementan el riesgo de parto prematuro:
• Embarazos múltiples (ver recuadro)
• Alteraciones nutricionales
• Hipertensión
• Diabetes o infecciones de la embarazada
• Problemas en la placenta
(desprendimientos, placenta previa,)
• Problemas del feto que alteren su normal crecimiento (alteraciones metabólicas, genéticas, malformaciones).

Dejados de lado los factores socioeconómicos –es decir, una menor atención de la salud o una nutrición deficitaria–, hay otros aspectos que impactan también negativamente. "La edad de la madre es uno –dice la doctora Vecchiarelli–. Hoy en día son cada vez más las mujeres que cerca de los 40 años tienen su primer hijo. A veces vienen de varios tratamientos de fertilidad, o antes han perdido embarazos o han sufrido abortos a repetición. En ese tipo de casos el seguimiento debe ser muy estrecho. Y cuando hubo abortos espontáneos, se recomienda descartar la presencia del síndrome antifosfolipídico, un trastorno de la coagulación que es bastante frecuente y que conspira contra la prosecución normal del embarazo. "Se trata con anticoagulantes y reposo", indica la especialista.

Mujeres con sobrepeso o con tendencia a la hipertensión también tienen que cuidarse especialmente: la diabetes gestacional y la eclampsia (hipertensión durante el embarazo) son complicaciones que puede aparecer a lo largo de la dulce espera y adelantar el parto. Otro aspecto importante es descartar posibles infecciones maternas –que pueden pasarse al feto– y que podrían causar un retaso del crecimiento intra útero.

"El stress es un factor de riesgo muy importante para el parto prematuro –enfatiza la médica neonatóloga–. Hay mujeres que están en actividad y muy intensa hasta los últimos días antes del parto. No lo aconsejamos. Tampoco es bueno que muy avanzada conduzca su automóvil, si tenemos en cuenta los problemas de tránsito actuales y los nervios que eso puede significar para quien está al volante." Los viajes en avión son recomendables hasta el 5º mes si todo marcha bien, pero tampoco deberían ser muy largos.
Tampoco es aconsejable, dice la doctora Vecchiarelli, someterse a rutinas extenuantes de gimnasia y debería descartarse esfuerzos físicos importantes: correr alguna carrera (una costumbre frecuente en nuestros días), levantar pesos, alterar rutinas, o tener una vida desordenada. La actividad física es positiva siempre que se adecue a cada momento de la vida, y el embarazo demanda un tipo de ejercicio más cuidadoso.

La medicación que se toma es otro aspecto a tener en cuenta. "Existen drogas de amplio consumo como el diclofenac o el ibupirac, los llamados analgésicos no esteroides (aines) –continúa la médica– pueden cerrar el ductus en el feto y causar complicaciones en su desarrollo cardíaco. Por eso antes de tomar cualquier fármaco es necesario consultar con el médico que sigue el embarazo." La misma indicación vale para los ansiolíticos, muy consumidos en la actualidad, que si bien pueden ayudar a combatir cuadros de ansiedad que pueden resultar malos para el embarazo, tomados por cuenta propia y sin supervisión médica se convierten en una auténtica arma de doble filo: nada de lo que consume la mamá es indiferente o inocuo para el bebé.

¿Cuánto importan los hábitos del padre en el riesgo de parto prematuro? Parece que bastante: las investigaciones demuestran que los hombres que consumen drogas, que son alcohólicos o fumadores tienen mayores posibilidades de sufrir cambios en su propia salud que afecten el desarrollo del feto produciendo alteraciones genómicas que alteren el normal crecimiento intra útero de su hijo.

Lo más importante
No menos importante es seguir una alimentación apropiada, rica en nutrientes –por ejemplo en hierro, ya que es frecuente la anemia en embarazadas– y con una variedad suficiente de alimentos que garanticen tanto buena nutrición en la mamá como en el bebé. "La recomendación es evitar alimentos crudos, especialmente el pescado crudo –dice la entrevistada–. Se asocia a una infección, la listeria, que la madre puede pasar al feto y que es grave en el recién nacido. Sí son buenos los pescados cocidos, porque aportan ácidos grasos de cadena larga.

"El embarazo es salud, no enfermedad –reflexiona la doctora Carmen Vecchiarelli–. Pero especialmente en los últimos dos meses la mujer tiene que cuidarse más. Registrar mejor sus estados, y ante cualquier dificultad o llamado de atención -un dolor lumbar, alguna pérdida, mareos, contracciones- consultar sin demoras."

Peso normal con embarazo a término (más de 37 semanas)
Más de 2,5 kg
Parto prematuro: entre la semana 24º y 37º de embarazo
Menor de 2,5 kg: bajo peso
Menor de 1,5 kg: muy bajo peso
Menos de 1 kg: extremo bajo peso

Los desafíos

Los bebés prematuros están expuestos a una cantidad de complicaciones que se vinculan con el menor desarrollo de sus distintos sistemas orgánicos en el momento de nacer. Según el tiempo de gestación, pueden presentar dificultades para regular su temperatura corporal, pausas respiratorias (apneas), dificultad respiratoria por déficit de una sustancia denominada surfactante (también llamada "Enfermedad de la Membrana Hialina"), alteraciones metabólicas (hipoglucemia, hiperglucemia, hipocalcemia, acidosis, aumento del sodio en los de extremo bajo peso), policitemia (aumento de los glóbulos rojos), ictericia (aumento de la bilirrubina), y una mayor vulnerabilidad a las infecciones porque son más susceptibles desde el punto de vista inmunológico.
Los bebés de 36 o 37 semanas con peso adecuado en general no requieren internarse en la unidad de cuidados intensivos. Se trasladan con sus madres para internación conjunta después del nacimiento. Este grupo forma parte de los llamados "pretérmino tardíos" –es decir, se adelantan a la fecha prevista de parto pero no menos de un mes–, un número cada vez más creciente de recién nacidos, que en algunos casos pueden presentar los problemas de los más prematuros y de menor peso que ellos.
Como la prematurez plantea una cantidad de desafíos desde el punto de vista biológico, social y psicológico, es aconsejable que los padres busquen orientación y contención. Existe un grupo de ayuda mutua para padre de bebés prematuros donde es posible compartir la experiencia y encontrar apoyo: http://www.apaprem.org.ar

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martes, 23 de agosto de 2011

Cuando llegan antes de tiempo,

Cómo disminuir el riesgo de un parto prematuro
La fecha probable de parto es posible de establecer desde el inicio mismo del embarazo. Para las futuras mamás, funciona como una meta y a la vez como la puerta de ingreso a una de las experiencias más importante –sino la más– de sus vidas.

Pero, ¿qué pasa cuando ese día marcado en el calendario se anticipa? El parto prematuro y su consecuencia más directa, el recién nacido antes de término, es una experiencia que enfrentan entre el 8 y 10% de las mujeres que se convierten en mamás cada año en nuestro país, donde ocurren alrededor de 700 mil nacimientos anuales.

"Prematuro significa que el bebé ha nacido con menos de 37 semanas de gestación" – explica a Experiencia Mamá la doctora Carmen Vecchiarelli, médica pediatra especialista en Neonatología, Jefa de la Unidad de Terapia Intensiva Neonatal del Sanatorio Otamendi. El tiempo de gestación y el peso que el bebé va adquiriendo dentro del útero están en una estrecha relación. Puede ocurrir que nazca antes de tiempo pero con un peso adecuado a su edad gestacional, es decir, llega antes pero se ha desarrollado y crecido dentro de la panza según lo previsto. Pero también puede pasar que el prematuro, además, sea de bajo peso según la edad gestacional: se anticipó pero además no creció en el útero todo lo que debería haber crecido para ese tiempo de embarazo. Esta última combinación -prematuro de bajo peso- es la que plantea mayores desafíos en la atención.
"El control del embarazo disminuye las posibilidades de riesgos, entre éstos, de un parto antes de tiempo o de un retardo del crecimiento fetal –explica la especialista-. Normalmente, las embarazadas que tienen un seguimiento apropiado ven a su obstetra, tienen controles, entrevistas prenatales, cursos preparto. Pero aun así es posible que se presenten complicaciones quizás inesperadas que anticipen la fecha del parto."

Factores que incrementan el riesgo de parto prematuro:
• Embarazos múltiples (ver recuadro)
• Alteraciones nutricionales
• Hipertensión
• Diabetes o infecciones de la embarazada
• Problemas en la placenta
(desprendimientos, placenta previa,)
• Problemas del feto que alteren su normal crecimiento (alteraciones metabólicas, genéticas, malformaciones).

Dejados de lado los factores socioeconómicos –es decir, una menor atención de la salud o una nutrición deficitaria–, hay otros aspectos que impactan también negativamente. "La edad de la madre es uno –dice la doctora Vecchiarelli–. Hoy en día son cada vez más las mujeres que cerca de los 40 años tienen su primer hijo. A veces vienen de varios tratamientos de fertilidad, o antes han perdido embarazos o han sufrido abortos a repetición. En ese tipo de casos el seguimiento debe ser muy estrecho. Y cuando hubo abortos espontáneos, se recomienda descartar la presencia del síndrome antifosfolipídico, un trastorno de la coagulación que es bastante frecuente y que conspira contra la prosecución normal del embarazo. "Se trata con anticoagulantes y reposo", indica la especialista.

Mujeres con sobrepeso o con tendencia a la hipertensión también tienen que cuidarse especialmente: la diabetes gestacional y la eclampsia (hipertensión durante el embarazo) son complicaciones que puede aparecer a lo largo de la dulce espera y adelantar el parto. Otro aspecto importante es descartar posibles infecciones maternas –que pueden pasarse al feto– y que podrían causar un retaso del crecimiento intra útero.

"El stress es un factor de riesgo muy importante para el parto prematuro –enfatiza la médica neonatóloga–. Hay mujeres que están en actividad y muy intensa hasta los últimos días antes del parto. No lo aconsejamos. Tampoco es bueno que muy avanzada conduzca su automóvil, si tenemos en cuenta los problemas de tránsito actuales y los nervios que eso puede significar para quien está al volante." Los viajes en avión son recomendables hasta el 5º mes si todo marcha bien, pero tampoco deberían ser muy largos.
Tampoco es aconsejable, dice la doctora Vecchiarelli, someterse a rutinas extenuantes de gimnasia y debería descartarse esfuerzos físicos importantes: correr alguna carrera (una costumbre frecuente en nuestros días), levantar pesos, alterar rutinas, o tener una vida desordenada. La actividad física es positiva siempre que se adecue a cada momento de la vida, y el embarazo demanda un tipo de ejercicio más cuidadoso.

La medicación que se toma es otro aspecto a tener en cuenta. "Existen drogas de amplio consumo como el diclofenac o el ibupirac, los llamados analgésicos no esteroides (aines) –continúa la médica– pueden cerrar el ductus en el feto y causar complicaciones en su desarrollo cardíaco. Por eso antes de tomar cualquier fármaco es necesario consultar con el médico que sigue el embarazo." La misma indicación vale para los ansiolíticos, muy consumidos en la actualidad, que si bien pueden ayudar a combatir cuadros de ansiedad que pueden resultar malos para el embarazo, tomados por cuenta propia y sin supervisión médica se convierten en una auténtica arma de doble filo: nada de lo que consume la mamá es indiferente o inocuo para el bebé.

¿Cuánto importan los hábitos del padre en el riesgo de parto prematuro? Parece que bastante: las investigaciones demuestran que los hombres que consumen drogas, que son alcohólicos o fumadores tienen mayores posibilidades de sufrir cambios en su propia salud que afecten el desarrollo del feto produciendo alteraciones genómicas que alteren el normal crecimiento intra útero de su hijo.

Lo más importante
No menos importante es seguir una alimentación apropiada, rica en nutrientes –por ejemplo en hierro, ya que es frecuente la anemia en embarazadas– y con una variedad suficiente de alimentos que garanticen tanto buena nutrición en la mamá como en el bebé. "La recomendación es evitar alimentos crudos, especialmente el pescado crudo –dice la entrevistada–. Se asocia a una infección, la listeria, que la madre puede pasar al feto y que es grave en el recién nacido. Sí son buenos los pescados cocidos, porque aportan ácidos grasos de cadena larga.

"El embarazo es salud, no enfermedad –reflexiona la doctora Carmen Vecchiarelli–. Pero especialmente en los últimos dos meses la mujer tiene que cuidarse más. Registrar mejor sus estados, y ante cualquier dificultad o llamado de atención -un dolor lumbar, alguna pérdida, mareos, contracciones- consultar sin demoras."

Peso normal con embarazo a término (más de 37 semanas)
Más de 2,5 kg
Parto prematuro: entre la semana 24º y 37º de embarazo
Menor de 2,5 kg: bajo peso
Menor de 1,5 kg: muy bajo peso
Menos de 1 kg: extremo bajo peso

Los desafíos

Los bebés prematuros están expuestos a una cantidad de complicaciones que se vinculan con el menor desarrollo de sus distintos sistemas orgánicos en el momento de nacer. Según el tiempo de gestación, pueden presentar dificultades para regular su temperatura corporal, pausas respiratorias (apneas), dificultad respiratoria por déficit de una sustancia denominada surfactante (también llamada "Enfermedad de la Membrana Hialina"), alteraciones metabólicas (hipoglucemia, hiperglucemia, hipocalcemia, acidosis, aumento del sodio en los de extremo bajo peso), policitemia (aumento de los glóbulos rojos), ictericia (aumento de la bilirrubina), y una mayor vulnerabilidad a las infecciones porque son más susceptibles desde el punto de vista inmunológico.
Los bebés de 36 o 37 semanas con peso adecuado en general no requieren internarse en la unidad de cuidados intensivos. Se trasladan con sus madres para internación conjunta después del nacimiento. Este grupo forma parte de los llamados "pretérmino tardíos" –es decir, se adelantan a la fecha prevista de parto pero no menos de un mes–, un número cada vez más creciente de recién nacidos, que en algunos casos pueden presentar los problemas de los más prematuros y de menor peso que ellos.
Como la prematurez plantea una cantidad de desafíos desde el punto de vista biológico, social y psicológico, es aconsejable que los padres busquen orientación y contención. Existe un grupo de ayuda mutua para padre de bebés prematuros donde es posible compartir la experiencia y encontrar apoyo: http://www.apaprem.org.ar

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