lunes, 25 de abril de 2011

Primera menstruación POST PARTO

La presencia de la menstruación es el símbolo del regreso a la normalidad después del embarazo y el parto. Por ello cualquier cambio inesperado es normal que te llene de dudas.

Con lo que daríamos, a veces por librarnos de ella, y lo que la añoramos ¡después de dar a luz!. Lo cierto es que el momento exacto de la reaparición de la menstruación no se puede precisar, es una particularidad de cada mujer y depende de numerosos factores. Primero, influye mucho si estás lactando o no. Así, las mujeres que dan pecho tardan más en tener la regla que las que no lo hacen, ya que la lactancia mantiene altos los niveles de prolactina, una hormona que interviene en el ciclo funcional de la ovulación, anulándolo.
También depende de si eres primípara o multípara. En las mujeres que ya tienen hijos aparece antes que en las primerizas. La razón está en que en ellas las paredes uterinas han perdido rigidez, las contracciones que experimenta este tejido para volver a su tamaño normal son más intensas (y más dolorosas), pero tiene la ventaja de que la herida producida por el desprendimiento de la placenta cicatriza antes y la mucosa uterina se regenera con más rapidez, dejando el terreno preparado para la menstruación.
Una vez en perfectas condiciones, la mucosa uterina desarrolla una especie de tejido almohadillado lleno de sangre que se desprenderá si no se ha producido una nueva fecundación.
También influye muchísimo la cantidad de sangre que se haya perdido durante el parto y el posparto; si ha sido considerable es probable que la menstruación tarde más en aparecer. Por una simple cuestión de ahorro. Esa pérdida supone un descenso del nivel sanguíneo y de las reservas de hierro (es muy probable que tengas anemia) y hasta que tu organismo no recupere los niveles normales retrasará los desgastes innecesarios, entre ellos tu regla.
Y por último, la herencia genética. No se puede decir que juegue un papel determinante en todo esto, ya que cada persona es un mundo, pero si influye en las probabilidades. Y al igual que si una madre tiene menopausia precoz, su hija puede tenerla, si una madre tiene una regla más o menos tardía, su hija puede tenerla igual.
Teniendo en cuenta todas las variables podríamos aventurarnos a decir que las mujeres que no alimentan a sus bebés con pecho pueden esperar la menstruación entre los 40 y 60 días después del parto. Tampoco es extraño que aparezca a los 90 días. En las mujeres que lactan, el período suele retrasarse hasta el final de la lactancia (aunque puede aparecer entre las 8 y las 12 semanas después del parto)

La verdad es que ya en el quirófano, desde que tu hijo nace, estás sangrando. Pero no se trata de la menstruación. Parte de esa pérdida inicial se debe a la episiotomía (corte que se practica en los partos vaginales para evitar desgarres y que una vez suturado, deja de sangrar). Pero el grueso de la hemorragia corresponde a la herida que produce la placenta cuando se desprende del útero. Hasta que el útero recupera su tamaño (tarda unas seis semanas en hacerlo), experimenta una serie de contracciones, llamadas entuertos, que ayudan al organismo a desechar todo lo que no le sirve. Durante un tiempo, de tres a seis semanas, tendrás unas pérdidas conocidas como los loquios, formadas por células, adherencias endometriales, sangre y restos placentarios. En los tres o cuatro primeros días, estas pérdidas serán de color rojo intenso, incluso con coágulos, no te asustes, porque es normal. En días posteriores, el color se vuelve más oscuro y decrece la intensidad. Y entre 10 y 14 días después, el flujo se torna café hasta terminar siendo blanquecino amarillento y de olor dulce. Una advertencia: si notas que el olor es desagradable, las pérdidas son repentinamente muy abundantes, o tienes fiebre (aunque sólo sean unos grados), acude con tu médico, ya que puede tratarse de una endometritis, que es una infección del tejido interno que cubre el útero. Pero no te alarmes, ya que se produce en muy pocas ocasiones, sólo en un 1 de las mujeres que han dado a luz, y se resuelve con un tratamiento a base de antibióticos.
Primera menstruación después del parto

Tu cuerpo va a experimentar un cambio hormonal brusco durante el puerperio (período transcurrido desde el nacimiento del bebé hasta la primera regla). Se va a producir un rápido descenso de estrógenos, progesterona y cortisol, seguido de un aumento leve de las mismas hormonas. Esta montaña rusa hormonal va a provocar un primer engrosamiento del endometrio y una posterior desinflamación y descamación, aproximadamente a las seis semanas del parto. Esto, precisamente, es lo que va a dar lugar a tu primera regla después de haber sido madre. Salvo algunas excepciones, esta menstruación será muy parecida a tus reglas anteriores en su aspecto, cantidad y duración. Te será fácil reconocerla. Y de nuevo, tendrás que volver a dedicar parte de tu presupuesto mensual para la compra de toallas higiénicas (más cómodas de usar que las especiales para la hemorragia del posparto) y más tarde, si así lo deseas, para utilizar tampones. A los dos meses de un parto vaginal normal, sin ninguna clase de complicaciones o al mes si has tenido una cesárea, ya podrás usarlos con la misma frecuencia de antes.

¿Qué hay de cierto en todo lo que se dice?

Las mujeres con menstruaciones dolorosas mejoran su situación después de un parto.
Verdadero.- ésta es una de las pocas cosas que sí cambian. En el 99 de estos casos la menstruación de la nueva etapa no suele doler, y en el 1 restante el dolor es menos intenso que antes. Se debe a que la rigidez muscular del útero ha desaparecido y al ser más elástico, las contracciones mensuales son menos perceptibles.
Consejo.- si padeces reglas dolorosas, consulta con tu médico la posibilidad de tomar relajantes musculares. Además de tomar analgésicos para el dolor, se recomienda beber poco líquido una semana antes, así se reduce la cantidad y la intensidad del dolor de la regla.

La primera menstruación después del parto se produce siempre con hemorragia.
Falso (pero no siempre).- sólo en un porcentaje mínimo de mujeres la primera menstruación luego del parto es abundante, porque tienen aún un nivel importante de estrógenos, hormonas que aumentan el grosor del endometrio. Así cuando éste se desprende, sangran más y durante mucho más tiempo. No es extraño que esta primera regla dure más de siete días. Pero no es lo común. Generalmente la menstruación vuelve en cantidad similar.
Consejo.- la hemorragia del posparto, que no es la menstruación, se suele regular de manera espontánea. Si a los 10 días sigues sangrando mucho debes acudir a urgencias. Recibirás una inyección intramuscular de oxitocina o su dosificación oral para que el útero se contraiga. Las hormonas que se producen al lactar contribuyen a reducir la hemorragia, ya que contraen el útero y forman el globo uterino de seguridad, que cierra la herida producida al desprenderse la placenta.

Es frecuente tener amenorrea (suspensión de la menstruación) después del parto.
Falso.- la ausencia de la regla sólo es posible mientras la lactancia (y no siempre). Si no se da este supuesto, volverá a las seis u ocho semanas. De no ser así, conviene que consultes a tu médico.
Consejo.- durante la lactancia, la prolactina inhibe la ovulación, pero no lo hace siempre. Para que la lactancia sirva como anticonceptivo tiene que ser 100 materna, sin biberones y hay que cumplir todas las tomas (incluidas las nocturnas, que es cuando aumenta la producción de prolactina)

Los primeros ciclos menstruales de la nueva madre se producen sin ovulación.
Falso.- las dos primeras reglas suelen ser sin ovulación. Pero aunque remotas (una de cada 1000) si hay posibilidades de que haya ovulación.
Consejo.- para evitar un posible embarazo, debes utilizar preservativo, sin látex si la vagina sigue muy sensibilizada.

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lunes, 25 de abril de 2011

Primera menstruación POST PARTO

La presencia de la menstruación es el símbolo del regreso a la normalidad después del embarazo y el parto. Por ello cualquier cambio inesperado es normal que te llene de dudas.

Con lo que daríamos, a veces por librarnos de ella, y lo que la añoramos ¡después de dar a luz!. Lo cierto es que el momento exacto de la reaparición de la menstruación no se puede precisar, es una particularidad de cada mujer y depende de numerosos factores. Primero, influye mucho si estás lactando o no. Así, las mujeres que dan pecho tardan más en tener la regla que las que no lo hacen, ya que la lactancia mantiene altos los niveles de prolactina, una hormona que interviene en el ciclo funcional de la ovulación, anulándolo.
También depende de si eres primípara o multípara. En las mujeres que ya tienen hijos aparece antes que en las primerizas. La razón está en que en ellas las paredes uterinas han perdido rigidez, las contracciones que experimenta este tejido para volver a su tamaño normal son más intensas (y más dolorosas), pero tiene la ventaja de que la herida producida por el desprendimiento de la placenta cicatriza antes y la mucosa uterina se regenera con más rapidez, dejando el terreno preparado para la menstruación.
Una vez en perfectas condiciones, la mucosa uterina desarrolla una especie de tejido almohadillado lleno de sangre que se desprenderá si no se ha producido una nueva fecundación.
También influye muchísimo la cantidad de sangre que se haya perdido durante el parto y el posparto; si ha sido considerable es probable que la menstruación tarde más en aparecer. Por una simple cuestión de ahorro. Esa pérdida supone un descenso del nivel sanguíneo y de las reservas de hierro (es muy probable que tengas anemia) y hasta que tu organismo no recupere los niveles normales retrasará los desgastes innecesarios, entre ellos tu regla.
Y por último, la herencia genética. No se puede decir que juegue un papel determinante en todo esto, ya que cada persona es un mundo, pero si influye en las probabilidades. Y al igual que si una madre tiene menopausia precoz, su hija puede tenerla, si una madre tiene una regla más o menos tardía, su hija puede tenerla igual.
Teniendo en cuenta todas las variables podríamos aventurarnos a decir que las mujeres que no alimentan a sus bebés con pecho pueden esperar la menstruación entre los 40 y 60 días después del parto. Tampoco es extraño que aparezca a los 90 días. En las mujeres que lactan, el período suele retrasarse hasta el final de la lactancia (aunque puede aparecer entre las 8 y las 12 semanas después del parto)

La verdad es que ya en el quirófano, desde que tu hijo nace, estás sangrando. Pero no se trata de la menstruación. Parte de esa pérdida inicial se debe a la episiotomía (corte que se practica en los partos vaginales para evitar desgarres y que una vez suturado, deja de sangrar). Pero el grueso de la hemorragia corresponde a la herida que produce la placenta cuando se desprende del útero. Hasta que el útero recupera su tamaño (tarda unas seis semanas en hacerlo), experimenta una serie de contracciones, llamadas entuertos, que ayudan al organismo a desechar todo lo que no le sirve. Durante un tiempo, de tres a seis semanas, tendrás unas pérdidas conocidas como los loquios, formadas por células, adherencias endometriales, sangre y restos placentarios. En los tres o cuatro primeros días, estas pérdidas serán de color rojo intenso, incluso con coágulos, no te asustes, porque es normal. En días posteriores, el color se vuelve más oscuro y decrece la intensidad. Y entre 10 y 14 días después, el flujo se torna café hasta terminar siendo blanquecino amarillento y de olor dulce. Una advertencia: si notas que el olor es desagradable, las pérdidas son repentinamente muy abundantes, o tienes fiebre (aunque sólo sean unos grados), acude con tu médico, ya que puede tratarse de una endometritis, que es una infección del tejido interno que cubre el útero. Pero no te alarmes, ya que se produce en muy pocas ocasiones, sólo en un 1 de las mujeres que han dado a luz, y se resuelve con un tratamiento a base de antibióticos.
Primera menstruación después del parto

Tu cuerpo va a experimentar un cambio hormonal brusco durante el puerperio (período transcurrido desde el nacimiento del bebé hasta la primera regla). Se va a producir un rápido descenso de estrógenos, progesterona y cortisol, seguido de un aumento leve de las mismas hormonas. Esta montaña rusa hormonal va a provocar un primer engrosamiento del endometrio y una posterior desinflamación y descamación, aproximadamente a las seis semanas del parto. Esto, precisamente, es lo que va a dar lugar a tu primera regla después de haber sido madre. Salvo algunas excepciones, esta menstruación será muy parecida a tus reglas anteriores en su aspecto, cantidad y duración. Te será fácil reconocerla. Y de nuevo, tendrás que volver a dedicar parte de tu presupuesto mensual para la compra de toallas higiénicas (más cómodas de usar que las especiales para la hemorragia del posparto) y más tarde, si así lo deseas, para utilizar tampones. A los dos meses de un parto vaginal normal, sin ninguna clase de complicaciones o al mes si has tenido una cesárea, ya podrás usarlos con la misma frecuencia de antes.

¿Qué hay de cierto en todo lo que se dice?

Las mujeres con menstruaciones dolorosas mejoran su situación después de un parto.
Verdadero.- ésta es una de las pocas cosas que sí cambian. En el 99 de estos casos la menstruación de la nueva etapa no suele doler, y en el 1 restante el dolor es menos intenso que antes. Se debe a que la rigidez muscular del útero ha desaparecido y al ser más elástico, las contracciones mensuales son menos perceptibles.
Consejo.- si padeces reglas dolorosas, consulta con tu médico la posibilidad de tomar relajantes musculares. Además de tomar analgésicos para el dolor, se recomienda beber poco líquido una semana antes, así se reduce la cantidad y la intensidad del dolor de la regla.

La primera menstruación después del parto se produce siempre con hemorragia.
Falso (pero no siempre).- sólo en un porcentaje mínimo de mujeres la primera menstruación luego del parto es abundante, porque tienen aún un nivel importante de estrógenos, hormonas que aumentan el grosor del endometrio. Así cuando éste se desprende, sangran más y durante mucho más tiempo. No es extraño que esta primera regla dure más de siete días. Pero no es lo común. Generalmente la menstruación vuelve en cantidad similar.
Consejo.- la hemorragia del posparto, que no es la menstruación, se suele regular de manera espontánea. Si a los 10 días sigues sangrando mucho debes acudir a urgencias. Recibirás una inyección intramuscular de oxitocina o su dosificación oral para que el útero se contraiga. Las hormonas que se producen al lactar contribuyen a reducir la hemorragia, ya que contraen el útero y forman el globo uterino de seguridad, que cierra la herida producida al desprenderse la placenta.

Es frecuente tener amenorrea (suspensión de la menstruación) después del parto.
Falso.- la ausencia de la regla sólo es posible mientras la lactancia (y no siempre). Si no se da este supuesto, volverá a las seis u ocho semanas. De no ser así, conviene que consultes a tu médico.
Consejo.- durante la lactancia, la prolactina inhibe la ovulación, pero no lo hace siempre. Para que la lactancia sirva como anticonceptivo tiene que ser 100 materna, sin biberones y hay que cumplir todas las tomas (incluidas las nocturnas, que es cuando aumenta la producción de prolactina)

Los primeros ciclos menstruales de la nueva madre se producen sin ovulación.
Falso.- las dos primeras reglas suelen ser sin ovulación. Pero aunque remotas (una de cada 1000) si hay posibilidades de que haya ovulación.
Consejo.- para evitar un posible embarazo, debes utilizar preservativo, sin látex si la vagina sigue muy sensibilizada.

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