La OMS, UNICEF, la Asociación Española de Pediatría, la Asociación
Americana de Pediatría (y así podría seguir unas cuantas líneas)
aconsejan que la lactancia materna sea el único alimento de los bebés
hasta los seis meses.
A partir de los seis meses se sigue
recomendando la lactancia materna como comida principal pero
complementándola con otros alimentos. A esta nueva alimentación se le
llama comúnmente “alimentación complementaria”.
La decisión de
dar estas recomendaciones se tomó en una Reunión de Expertos sobre la
Duración Óptima de la Lactancia Materna Exclusiva, convocada por la OMS
en 2001.
Tras llegar a un consenso, ese mismo año, en la 54ª
Asamblea Mundial de la Salud, se alentó a los Estados Miembros a
promover la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses como una
recomendación mundial de salud pública.
Esta recomendación se
basó en la conclusión de que la lactancia materna exclusiva proporciona
varios beneficios al niño y a la madre (comento algunos de los que se
evidenciaron. Ahora, ocho años después se conocen muchos más):
• Uno
de los beneficios principales es el efecto protector contra infecciones
gastrointestinales tanto en países en vías de desarrollo como en países
industrializados.
Estudios efectuados en Reino Unido determinan
que las enfermedades por diarrea debido a la alimentación con biberón
tienen un coste de 34 millones de euros por año en atención
hospitalaria.
En Australia, el incremento de la lactancia materna
exclusiva hasta los tres meses de un 60% a un 80% tendría efectos sobre
la otitis media, diabetes, enfermedades gastrointestinales y eccema,
pudiéndose ahorrar hasta 9,4 millones de euros al año.
• La
lactancia materna protege de otras infecciones como catarros,
bronquiolitis, neumonías, otitis, meningitis, infecciones de orina,
enterocolitis necrotizante e incluso del síndrome de muerte súbita del
lactante (SMSL).
• Supone un importante elemento de prevención
de enfermedades futuras (de aparición en edades más adultas) como el
asma, alergias, obesidad, enfermedades inmunitarias como la diabetes, la
enfermedad de Crohn, la colitis ulcerosa, la arterioesclerosis y el
infarto de miocardio.
• Algunos estudios sugieren que el
desarrollo psicomotor mejora con la lactancia materna exclusiva por seis
meses pero se requiere de mayor investigación para confirmar este
hallazgo.
• Para la madre, la lactancia materna exclusiva por
seis meses prolonga la duración de la amenorrea inducida por la
lactancia, previniendo la aparición de anemia tras el parto, acelera la
pérdida de peso y disminuye los riesgos de hipertensión y de depresión
postparto.
domingo, 7 de agosto de 2011
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domingo, 7 de agosto de 2011
Porqué se aconseja la lactancia exclusiva hasta los 6 meses?
La OMS, UNICEF, la Asociación Española de Pediatría, la Asociación
Americana de Pediatría (y así podría seguir unas cuantas líneas)
aconsejan que la lactancia materna sea el único alimento de los bebés
hasta los seis meses.
A partir de los seis meses se sigue recomendando la lactancia materna como comida principal pero complementándola con otros alimentos. A esta nueva alimentación se le llama comúnmente “alimentación complementaria”.
La decisión de dar estas recomendaciones se tomó en una Reunión de Expertos sobre la Duración Óptima de la Lactancia Materna Exclusiva, convocada por la OMS en 2001.
Tras llegar a un consenso, ese mismo año, en la 54ª Asamblea Mundial de la Salud, se alentó a los Estados Miembros a promover la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses como una recomendación mundial de salud pública.
Esta recomendación se basó en la conclusión de que la lactancia materna exclusiva proporciona varios beneficios al niño y a la madre (comento algunos de los que se evidenciaron. Ahora, ocho años después se conocen muchos más):
• Uno de los beneficios principales es el efecto protector contra infecciones gastrointestinales tanto en países en vías de desarrollo como en países industrializados.
Estudios efectuados en Reino Unido determinan que las enfermedades por diarrea debido a la alimentación con biberón tienen un coste de 34 millones de euros por año en atención hospitalaria.
En Australia, el incremento de la lactancia materna exclusiva hasta los tres meses de un 60% a un 80% tendría efectos sobre la otitis media, diabetes, enfermedades gastrointestinales y eccema, pudiéndose ahorrar hasta 9,4 millones de euros al año.
• La lactancia materna protege de otras infecciones como catarros, bronquiolitis, neumonías, otitis, meningitis, infecciones de orina, enterocolitis necrotizante e incluso del síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL).
• Supone un importante elemento de prevención de enfermedades futuras (de aparición en edades más adultas) como el asma, alergias, obesidad, enfermedades inmunitarias como la diabetes, la enfermedad de Crohn, la colitis ulcerosa, la arterioesclerosis y el infarto de miocardio.
• Algunos estudios sugieren que el desarrollo psicomotor mejora con la lactancia materna exclusiva por seis meses pero se requiere de mayor investigación para confirmar este hallazgo.
• Para la madre, la lactancia materna exclusiva por seis meses prolonga la duración de la amenorrea inducida por la lactancia, previniendo la aparición de anemia tras el parto, acelera la pérdida de peso y disminuye los riesgos de hipertensión y de depresión postparto.
A partir de los seis meses se sigue recomendando la lactancia materna como comida principal pero complementándola con otros alimentos. A esta nueva alimentación se le llama comúnmente “alimentación complementaria”.
La decisión de dar estas recomendaciones se tomó en una Reunión de Expertos sobre la Duración Óptima de la Lactancia Materna Exclusiva, convocada por la OMS en 2001.
Tras llegar a un consenso, ese mismo año, en la 54ª Asamblea Mundial de la Salud, se alentó a los Estados Miembros a promover la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses como una recomendación mundial de salud pública.
Esta recomendación se basó en la conclusión de que la lactancia materna exclusiva proporciona varios beneficios al niño y a la madre (comento algunos de los que se evidenciaron. Ahora, ocho años después se conocen muchos más):
• Uno de los beneficios principales es el efecto protector contra infecciones gastrointestinales tanto en países en vías de desarrollo como en países industrializados.
Estudios efectuados en Reino Unido determinan que las enfermedades por diarrea debido a la alimentación con biberón tienen un coste de 34 millones de euros por año en atención hospitalaria.
En Australia, el incremento de la lactancia materna exclusiva hasta los tres meses de un 60% a un 80% tendría efectos sobre la otitis media, diabetes, enfermedades gastrointestinales y eccema, pudiéndose ahorrar hasta 9,4 millones de euros al año.
• La lactancia materna protege de otras infecciones como catarros, bronquiolitis, neumonías, otitis, meningitis, infecciones de orina, enterocolitis necrotizante e incluso del síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL).
• Supone un importante elemento de prevención de enfermedades futuras (de aparición en edades más adultas) como el asma, alergias, obesidad, enfermedades inmunitarias como la diabetes, la enfermedad de Crohn, la colitis ulcerosa, la arterioesclerosis y el infarto de miocardio.
• Algunos estudios sugieren que el desarrollo psicomotor mejora con la lactancia materna exclusiva por seis meses pero se requiere de mayor investigación para confirmar este hallazgo.
• Para la madre, la lactancia materna exclusiva por seis meses prolonga la duración de la amenorrea inducida por la lactancia, previniendo la aparición de anemia tras el parto, acelera la pérdida de peso y disminuye los riesgos de hipertensión y de depresión postparto.
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