Chupetes si no cual.


Los
bebés necesitan succionar, y no sólo para alimentarse. La succión "no
nutritiva" forma parte del repertorio de conductas que ponen en marcha
desde el inicio de la vida. Por lo tanto la utilización del chupete no
debe ser descartada. Es un hábito que adquiere alrededor del 80% de los
bebés y, sino lo han dejado antes, se recomienda no extender su
utilización más allá de los dos años, cuando su uso puede causar, entre
otras complicaciones, dificultades en la oclusión y la dentición. El
resto de los bebés se chupa el dedo o no tiene necesidad de una succión
fuera de la nutrición. La recomendación general es no fomentar su uso
continuo y tampoco la dependencia respecto del chupete.
La
Academia Americana de Pediatría (AAP) por su parte, subraya que la
evidencia científica señala que el chupete no debe ser prohibido sino
correctamente utilizado. Y agrega, entre otras cosas, que dentro de sus
virtudes están el calmar al bebé y disminuir el registro subjetivo del
dolor.
La subcomisión de Lactancia Materna de la Sociedad
Argentina de Pediatría (SAP) indica que el chupete nunca fue descartado,
pero que debe ser ofrecido recién al mes o 45 días del nacimiento. El
motivo no es difícil de entender: el pecho materno es lo primero que se
le ofrece al bebé para succionar y esto le hace imprimir una adaptación
determinada a su lengua y a su boca. Si simultáneamente se le ofrece
también el chupete lo más probable es que sufra el "síndrome de
confusión de pezón", no sabe qué hacer claramente y cuando vuelva al
pecho lo succionará como si fuera el chupete.
Recomendaciones para tener en cuenta
-Nunca
utilice la tapa y la tetina de una mamadera como chupete, aunque estén
unidos en un solo cuerpo. Si el bebé succiona fuerte la tetina puede
salirse del aro y asfixiarlo.
-El chupete más seguro es el de una sola pieza. Consultarlo con el pediatra, es una buena opción.
-No colgar el chupete de una cuerda del cuello o muñeca del bebé. Puede causar accidentes, especialmente durante el sueño.
-El
escudo entre la tetina y el anillo debe medir al menos 3,8 cm para
evitar que el bebé se meta el chupete entero en la boca. Debe, además,
estar hecho de plástico firme y tener agujeros de ventilación.
-Los
chupetes se deterioran con el tiempo. Hay que inspeccionarlos
periódicamente (si es posible, a diario), para verificar que la tetina
no esté descolorida o rota. Si eso ocurre habrá que reemplazarlos.
Identikit del chupete
Aunque sea de una sola pieza, el chupete tiene cuatro partes diferenciadas:
1)Tetina
2)Escudo
3)Tirador o anillo
4)Obturador
Tetinas
Hay
de dos tipos: de silicona y de látex y ambas pueden ser redondas,
anatómicas o simétricas. Además de las formas, vienen en distintas
medidas, y pueden estar acompañadas o no de capuchón (para guardar el
chupete cuando no se utiliza).
Las tetinas de silicona son
indeformables, inodoras e insípidas. No se agrandan ni adquieren olor o
sabor con el uso. Se recomiendan hasta que el bebé comienza la dentición
(entre los 4 y 6 meses). Atención después, cuando llegan los dientes:
hay bebés con una gran fuerza en sus mandíbulas que pueden llegar a
masticar la tetina del chupete. En ese caso, se recomienda cambiarla.
Las
tetinas de látex se deforman con el uso y además adquieren olor. Tienen
menor riesgo de desgarro que las de silicona y por eso son más
apropiadas cuando el bebé tiene dientes. Pero hay que revisarla
cuidadosamente para evitar que esté rota.
En cuanto a la forma,
las tetinas redondas buscan imitar el pezón materno. Las anatómicas
buscan que la tetina se adapte el paladar del bebé para evitar posibles
deformaciones, pero si el bebé gira o acomoda el chupete en su boca
–cosa que es por cierto frecuente– el objetivo ya no se cumplirá. El
formato simétrico supera en algún sentido este inconveniente porque se
adapta al paladar pero menos que la anatómica por lo tanto se evita la
excesiva adaptabilidad termine siendo contraproducente para con el
paladar del niño.
Escudo
El escudo también
tiene diferentes formatos: cóncavos, convexos, rectos, etc.; diferentes
materiales: flexibles, rígidos, mixtos. Lo más importante de esta parte
del chupete es que tenga los orificios de ventilación adecuados (2 como
mínimo) y que estos tengan las dimensiones adecuadas para evitar riesgos
al bebé (de 3 mm de diámetro) para permitir el paso del aire.
Hay
chupetes con mayor cantidad de orificios de ventilación, especialmente
indicados para aquellos bebés que presentan irritación en torno de la
boca por excesiva humedad.
Obturador
Esta
parte del chupete es la que traba la tetina contra el escudo y debe
poder retener a la tetina armada con el escudo soportando fuerzas de
tracción que la hagan segura para el bebé.
Tirador o anillo
Algunos
chupetes presentan un anillo y otros solo un tirador. En ambos casos
este dispositivo debe estar diseñado para que si el bebé o niño
introduce el chupete adentro de su boca, pueda ser extraído de ahí sin
grandes dificultades. El anillo no debe ser rígido, debe poder moverse
hacia arriba y hacia abajo, y es conveniente que esté retraído y apoyado
sobre el escudo durante el uso. Algunos tiradores o anillos son
luminosos y es posible distinguirlos en la oscuridad hasta una hora o
más después de haber apagado la luz. También hay anillos -y chupetes
enteros- transparentes, que permiten ver la boca del bebé.
USOS Y COSTUMBRES
Modernos, ovoidales, termómetros
Los
chupetes de silicona son muy populares en nuestro país. Son más suaves y
flexibles en todas sus partes. Ante caídas del bebé, estos chupetes
ofrecen menores riesgos de golpes. Por su flexibilidad resultan mas
cómodos para el bebé. Una variante son los chupetes fabricados
íntegralmente en caucho natural.
Otra opción son los chupetes ovoidales, una línea más elegante realizadas en siliconas.
Hoy
en día se dispone también de un chupete que cumple las funciones de
termómetro: puede servir para ser utilizado habitualmente y además medir
la temperatura del bebé. De todos modos, si ésta está elevada hay que
utilizar el termómetro tradicional para lograr una mayor precisión.
Limpios y seguros
Cuando
el chupete se cae hay que higienizarlo o reemplazarlo por otro hasta
que se pueda limpiar el anterior. Jamás llevarlo a la boca de la mamá y
entregarlo al bebé o niño. El método más tradicional consiste ponerlo en
agua hirviendo durante unos 5 minutos y dejarlo secar a temperatura
ambiente. Los chupetes más modernos también admiten ser lavados en agua
fría con detergente suave o alguna solución esterilizadora. Es
recomendable leer las indicaciones que vienen en los envases para
conservarlos limpios y en condiciones. También algunos permiten la
esterilización mediante el adecuado uso del horno a microondas.
Libres de Bisfenol A
En
los últimos tiempos se halló que una sustancia presente en juguetes de
plásticos y también en biberones y chupetes puede ser perjudicial para
el desarrollo y salud del bebé y los niños: se trata del Bisfenol A.
Algunas empresas mundiales y locales incluyen un mensaje que advierte
que sus productos están libres de este compuesto.
Chupetes si no cual.


Los
bebés necesitan succionar, y no sólo para alimentarse. La succión "no
nutritiva" forma parte del repertorio de conductas que ponen en marcha
desde el inicio de la vida. Por lo tanto la utilización del chupete no
debe ser descartada. Es un hábito que adquiere alrededor del 80% de los
bebés y, sino lo han dejado antes, se recomienda no extender su
utilización más allá de los dos años, cuando su uso puede causar, entre
otras complicaciones, dificultades en la oclusión y la dentición. El
resto de los bebés se chupa el dedo o no tiene necesidad de una succión
fuera de la nutrición. La recomendación general es no fomentar su uso
continuo y tampoco la dependencia respecto del chupete.
La
Academia Americana de Pediatría (AAP) por su parte, subraya que la
evidencia científica señala que el chupete no debe ser prohibido sino
correctamente utilizado. Y agrega, entre otras cosas, que dentro de sus
virtudes están el calmar al bebé y disminuir el registro subjetivo del
dolor.
La subcomisión de Lactancia Materna de la Sociedad
Argentina de Pediatría (SAP) indica que el chupete nunca fue descartado,
pero que debe ser ofrecido recién al mes o 45 días del nacimiento. El
motivo no es difícil de entender: el pecho materno es lo primero que se
le ofrece al bebé para succionar y esto le hace imprimir una adaptación
determinada a su lengua y a su boca. Si simultáneamente se le ofrece
también el chupete lo más probable es que sufra el "síndrome de
confusión de pezón", no sabe qué hacer claramente y cuando vuelva al
pecho lo succionará como si fuera el chupete.
Recomendaciones para tener en cuenta
-Nunca
utilice la tapa y la tetina de una mamadera como chupete, aunque estén
unidos en un solo cuerpo. Si el bebé succiona fuerte la tetina puede
salirse del aro y asfixiarlo.
-El chupete más seguro es el de una sola pieza. Consultarlo con el pediatra, es una buena opción.
-No colgar el chupete de una cuerda del cuello o muñeca del bebé. Puede causar accidentes, especialmente durante el sueño.
-El
escudo entre la tetina y el anillo debe medir al menos 3,8 cm para
evitar que el bebé se meta el chupete entero en la boca. Debe, además,
estar hecho de plástico firme y tener agujeros de ventilación.
-Los
chupetes se deterioran con el tiempo. Hay que inspeccionarlos
periódicamente (si es posible, a diario), para verificar que la tetina
no esté descolorida o rota. Si eso ocurre habrá que reemplazarlos.
Identikit del chupete
Aunque sea de una sola pieza, el chupete tiene cuatro partes diferenciadas:
1)Tetina
2)Escudo
3)Tirador o anillo
4)Obturador
Tetinas
Hay
de dos tipos: de silicona y de látex y ambas pueden ser redondas,
anatómicas o simétricas. Además de las formas, vienen en distintas
medidas, y pueden estar acompañadas o no de capuchón (para guardar el
chupete cuando no se utiliza).
Las tetinas de silicona son
indeformables, inodoras e insípidas. No se agrandan ni adquieren olor o
sabor con el uso. Se recomiendan hasta que el bebé comienza la dentición
(entre los 4 y 6 meses). Atención después, cuando llegan los dientes:
hay bebés con una gran fuerza en sus mandíbulas que pueden llegar a
masticar la tetina del chupete. En ese caso, se recomienda cambiarla.
Las
tetinas de látex se deforman con el uso y además adquieren olor. Tienen
menor riesgo de desgarro que las de silicona y por eso son más
apropiadas cuando el bebé tiene dientes. Pero hay que revisarla
cuidadosamente para evitar que esté rota.
En cuanto a la forma,
las tetinas redondas buscan imitar el pezón materno. Las anatómicas
buscan que la tetina se adapte el paladar del bebé para evitar posibles
deformaciones, pero si el bebé gira o acomoda el chupete en su boca
–cosa que es por cierto frecuente– el objetivo ya no se cumplirá. El
formato simétrico supera en algún sentido este inconveniente porque se
adapta al paladar pero menos que la anatómica por lo tanto se evita la
excesiva adaptabilidad termine siendo contraproducente para con el
paladar del niño.
Escudo
El escudo también
tiene diferentes formatos: cóncavos, convexos, rectos, etc.; diferentes
materiales: flexibles, rígidos, mixtos. Lo más importante de esta parte
del chupete es que tenga los orificios de ventilación adecuados (2 como
mínimo) y que estos tengan las dimensiones adecuadas para evitar riesgos
al bebé (de 3 mm de diámetro) para permitir el paso del aire.
Hay
chupetes con mayor cantidad de orificios de ventilación, especialmente
indicados para aquellos bebés que presentan irritación en torno de la
boca por excesiva humedad.
Obturador
Esta
parte del chupete es la que traba la tetina contra el escudo y debe
poder retener a la tetina armada con el escudo soportando fuerzas de
tracción que la hagan segura para el bebé.
Tirador o anillo
Algunos
chupetes presentan un anillo y otros solo un tirador. En ambos casos
este dispositivo debe estar diseñado para que si el bebé o niño
introduce el chupete adentro de su boca, pueda ser extraído de ahí sin
grandes dificultades. El anillo no debe ser rígido, debe poder moverse
hacia arriba y hacia abajo, y es conveniente que esté retraído y apoyado
sobre el escudo durante el uso. Algunos tiradores o anillos son
luminosos y es posible distinguirlos en la oscuridad hasta una hora o
más después de haber apagado la luz. También hay anillos -y chupetes
enteros- transparentes, que permiten ver la boca del bebé.
USOS Y COSTUMBRES
Modernos, ovoidales, termómetros
Los
chupetes de silicona son muy populares en nuestro país. Son más suaves y
flexibles en todas sus partes. Ante caídas del bebé, estos chupetes
ofrecen menores riesgos de golpes. Por su flexibilidad resultan mas
cómodos para el bebé. Una variante son los chupetes fabricados
íntegralmente en caucho natural.
Otra opción son los chupetes ovoidales, una línea más elegante realizadas en siliconas.
Hoy
en día se dispone también de un chupete que cumple las funciones de
termómetro: puede servir para ser utilizado habitualmente y además medir
la temperatura del bebé. De todos modos, si ésta está elevada hay que
utilizar el termómetro tradicional para lograr una mayor precisión.
Limpios y seguros
Cuando
el chupete se cae hay que higienizarlo o reemplazarlo por otro hasta
que se pueda limpiar el anterior. Jamás llevarlo a la boca de la mamá y
entregarlo al bebé o niño. El método más tradicional consiste ponerlo en
agua hirviendo durante unos 5 minutos y dejarlo secar a temperatura
ambiente. Los chupetes más modernos también admiten ser lavados en agua
fría con detergente suave o alguna solución esterilizadora. Es
recomendable leer las indicaciones que vienen en los envases para
conservarlos limpios y en condiciones. También algunos permiten la
esterilización mediante el adecuado uso del horno a microondas.
Libres de Bisfenol A
En
los últimos tiempos se halló que una sustancia presente en juguetes de
plásticos y también en biberones y chupetes puede ser perjudicial para
el desarrollo y salud del bebé y los niños: se trata del Bisfenol A.
Algunas empresas mundiales y locales incluyen un mensaje que advierte
que sus productos están libres de este compuesto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario