Muchas son las cosas que
aprenderás en las clases de preparación para el parto, pero sin duda una
de las importantes son los tipos de respiración.
Este conocimiento (tanto
teoría como práctica) debe ser bien comprendido y asimilado tanto por la mamá como por el papá o el acompañante.
¿Para qué sirven? Conocerlas y ejercitarlas en el
momento acertado ayudan a aprovechar la energía de la madre y a que ésta
focalice su atención en la respiración y no en el dolor que pueda
sentir.
Existen tres tipos básicos de respiración para cada una de las
fases del parto y a continuación veremos cuáles son.
Respiración lenta; destinada más a la dilatación. Se trata de tomar aire por la nariz y soltarlo por la boca.
Se debe realizar a un ritmo de entre diez y quince respiraciones por
minuto, tardando más tiempo en soltarlo que en coger el aire.
Respiración soplante rápida; utilizada cuando no
debemos empujar. Al igual que la anterior, es tomar aire y expulsarlo
rápidamente por la boca mientras duran las contracciones. Esta
respiración es muy cansada así que solo se recomienda para esos
momentos.
Respiración de expulsión; como su nombre indica, es
cuando el bebé está saliendo. Consiste en tomar aire por la nariz
llenando al máximo posible los pulmones y empujarlo con fuerza hacia
abajo.
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