La lactancia materna exclusiva es la forma ideal, segura, satisfactoria y
sostenible de alimentar a un bebé en los primeros seis meses de vida.
Esta
forma de alimentar a los recién nacidos es tan importante que debe ir
más allá de los seis meses, opinan los pediatras. Además, es más
efectiva si se cumple de manera exclusiva, esto significa que el bebé
recibe solamente leche directamente de su madre o en biberón, pero
extraída del pecho materno.
Por su parte, organizaciones que
promueven la salud, como la Organización Mundial de la Salud y Fondo de
las Naciones Unidas para la Infancia, recomiendan continuar la lactancia
materna junto con alimentos complementarios, adecuados y recomendados
por el médico, hasta los dos años.
Para una madre lactar
exclusivamente durante los primeros seis meses de vida de su bebé, es
una forma sencilla de alimentarlo, ya que no necesita preocuparse si su
bebé recibe la cantidad suficiente de alimento.
Ventajas para el bebé:
1.
La leche materna es considerada como el mejor alimento, porque contiene
todos los nutrientes que el bebé necesita y en las cantidades
correctas.
2. Previene enfermedades porque protege al bebé contra diarreas, gripes, infecciones o alergias.
3.
La leche materna está siempre lista a la temperatura adecuada, es decir
que no hay que hervir el agua, esterilizar los biberones, colar o
enfriar. No importa la hora en que el bebé necesite comer, siempre está
disponible y lista.
4. Este método para alimentar al recién nacido permite una relación más estrecha entre madre e hijo.
Para la madre:
1. La lactancia materna significa ahorro en tiempo, dinero y trabajo.
2. Cuando la madre amamanta después del parto, su útero vuelve más rápido a su tamaño normal y hay menos hemorragias.
3.
Este tipo de alimentación ayuda a la madre a conocer mejor las
necesidades de su bebé, es decir, cuando tiene hambre, frío, dolor o
necesita cariño.
Su papel en la planificación familiar
Según
la opinión de ginecólogos, la lactancia materna retrasa el retorno de la
fertilidad, según datos proporcionados por la Liga de la Leche en
Guatemala.
La frecuencia y la duración de la succión, por ejemplo
si son siete al día en episodios aproximados de 15 minutos cada una,
reducen sustancialmente el riesgo de concepción no planificada durante
los primeros seis meses.
La lactancia funciona mejor:
- Cuando
las madres y sus bebés mantienen contacto a través de la piel después
del parto y el bebé comienza a mamar dentro de la primera hora de vida.
Esto estimula la producción de leche y el recién nacido obtiene,
primeramente, calostro.
- Si el bebé mama eficientemente del pecho con mamadas lentas y profundas.
-
Cuando el recién nacido puede mamar cada vez que quiere, de día y de
noche. A esto se le conoce como alimentación a libre demanda o lactancia
guiada por el bebé, y es más fácil cuando el bebé tiene contacto
directo con el cuerpo de la madre.
- Cuando el bebé no usa chupetes, los cuales hacen que se interese menos en mamar del pecho.
Esta
manera de lactar también promueve el vínculo emocional entre la madre y
su bebé, lo cual ayuda a que ella disfrute la maternidad y mejora su
autoestima.
Correcta posición del bebé
El
buen agarre facilita la lactancia materna exclusiva, por lo que la
madre debe verificar que su bebé sea colocado de la siguiente forma:
- Cuando el bebé se disponga a mamar debe observarse más areola por encima de la boca del bebé que por debajo.
- La boca del bebé debe estar bien abierta.
- El labio inferior debe estar invertido hacia afuera.
- La barbilla del recién nacido debe estar en contacto con el pecho de la madre.
- La succión es efectiva si las mamadas son lentas, profundas y con algunas pausas.
- Para una buena posición el cuerpo del bebé debe estar cómodamente apoyado, no doblado, ni inclinado.
-
El bebé debe mirar de frente el pecho, su nariz debe estar ubicada
frente al pezón y sus ojos en contacto directo con los de la madre.
- El cuerpo del recién nacido debe estar pegado al de su mamá y apoyado totalmente sobre sus brazos.
Fuente: En busca del oro líquido.
Cómo amamantar a su bebé.
La liga de la Leche, Editorial I.C.E.R.
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