Como lo mencioné en la primera parte, en cualquier postura sexual es posible concebir, pero algunas ayudan más que otras, tales como:
El misionero: casi todos saben hacerla, él arriba y la mujer abajo. Permite una penetración profunda.
La plegaria: la mujer se recuesta boca abajo con el trasero levantado y los hombros apoyados en la cama para que el hombre la penetre por detrás.
El perrito: esta postura proporciona una buena estimulación al punto G. Es recomendada para mujeres con el útero inclinado.
De costado: cuando ambos están recostados de lado el cuello uterino queda más expuesto al ingreso de los espermatozoides.
Flor de loto: la mujer tiene que recostarse sobre su espalda y doblar las piernas a modo de la flor de loto. Esta postura permite una penetración profunda.
La carretilla: la mujer se recuesta en el borde de la cama boca arriba, con las piernas en alto, apoyadas en el cuerpo del hombre que está de pie.
El arco: la mujer se recuesta sobre su espalda con las piernas abiertas y flexionadas. Tiene que levantar la pelvis para que el hombre la penetre. Él tiene que doblar las piernas para poder sujetar a la mujer de los glúteos y la postura no le resulte tan incómoda.
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